Mi nombre es Vespasiano, Tito Flavio Vespasiano concretamente, y atesoro el privilegio de ser el primer emperador nonato romano.
La verdad es que nunca tuve la oportunidad de conocer este rincón del Imperio. En mi época los viajes eran mucho más lentos y las obligaciones de mi cargo me llevaron siempre por lejanos derroteros.
¿Qué hago yo, entonces, presentando tan singular itinerario por tierras que beben de los ríos del olvido, el Arnoia y el Lethes, fundamentalmente? Pues bien, ya que, junto con mi hijo, Tito Flavio, aposté por construir la Vía Nova y fomentar a su paso el comercio, todavía hoy siento el compromiso de promocionarlas. Por esto te sugiero que vengas a conocerlas y descubras su ruta arqueológica, que va más allá de nuestro legado romano para perderse en los enigmáticos megalitos, en la bruma del Neolítico… En fin, en la noche de los tiempos.