Este monasterio, hoy reducido a una casa rectoral abandonada, perteneció a la Orden de Santiago y en ella se custodia una gran cruz procesional que presidía el altar del apóstol.
Atributos
Coordenadas
N 42° 08.248 W 007° 55.778
UTM: 29T E 588454 N 4665593
MAPAS
DESCRIPCIÓN
Al igual que ocurrió en los territorios del Xurés, también al llegar aquí merece la pena realizar un breve desvío geográfico hacia naciente para acercarnos hasta Sanpayo de Veiga (en donde también debió haber un pequeño monasterio en el que residían los caballeros de Jerusalén aludidos en el documento del tumbo), así como al monasterio de San Munio de Veiga, porque todavía hay más relaciones históricas, tanto con el propio Apóstol Santiago, como con San Rosendo.


PISTAS
Al igual que ocurrió en los territorios del Xurés, también al llegar aquí merece la pena realizar un breve desvío geográfico hacia naciente para acercarnos hasta Sanpayo de Veiga (en donde también debió haber un pequeño monasterio en el que residían los caballeros de Jerusalén aludidos en el documento del tumbo), así como al monasterio de San Munio de Veiga, porque todavía hay más relaciones históricas, tanto con el propio Apóstol Santiago, como con San Rosendo.
Según el historiador Julio Vázquez Castro, que ha estudiado en profundidad la evolución histórica de este monasterio, existe una vieja confusión que ha venido unificando en el tiempo a los monasterios de San Pelayo y San Munio, como si ambos fuesen el mismo, pero identificados de forma diferente según la época. Sin embargo, al parecer no es así, sino que el monasterio de San Munio de Veiga a quien perteneció, después de haber sido concedido a Celanova, fue a la Orden de Santiago, donación hecha hacia 1175, ya que pudiera ser que San Munio fuese un discípulo del Apóstol Santiago.
En este sentido cobra interés la figura del historiador del siglo XVII, Mauro Castellá Ferrer, sobrino de uno de los abades del monasterio de San Munio y posteriormente biógrafo del Apóstol Santiago. Según Castellá, la figura de San Munio está relacionada con una leyenda que habla de una fuente situada a dos leguas del monasterio en un lugar “de gran soledad” a donde se retiraba a penitencia en “un hueco de una peña y una fuente que por él le llamaban la Fuente Bendita.
Finalmente, resulta inevitable abordar la presencia de una cruz procesional única, que en su momento estuvo sobre el altar de Santiago de la iglesia y que actualmente preside el altar mayor, pues –según Julio Vázquez Castro- “debido al tamaño de la pieza, a su calidad, a su carácter único, no sólo en Galicia sino incluso en la Península, a la constancia de leyendas y tradiciones surgidas en torno a ella y al hecho de que todavía hoy recibe veneración, hacen de esta cruz una obra de primer orden dentro de la orfebrería medieval”.