Un relato corto de Méndez Ferrín, tan intenso como una novela, que nos hará remover por dentro a la vez que nos hace imaginar paisajes de aldeas de montaña en la triste y oscura época de postguerra. Una niña que vive con sus padres, de pronto ve que su padre desaparece de casa y que con cierta frecuencia son visitados por una pareja de policías, uno de los cuales, que va siempre con unas botas de elástico, la va ganando en confianza. Pronto descubre que su padre no se fue, ya que por las noches lo escucha en el dormitorio de su madre. Ella no dice nada y por más que las visitas se hacen cada vez más periódicas y que el policía le regala cosas para ganar su afecto, se mantiene impertérrita, hasta que….